lunes, 18 de junio de 2012

Homenaje a Rodolfo Walsh en el subte porteño

Se realizó un homenaje a Rodolfo Walsh, en el que estuvieron presentes su hija Patricia Walsh y su amigo Osvaldo Bayer, en la estación “Entre Ríos” de la Línea E del subterráneo rebautizando por segunda vez dicha parada con su nombre. El 25 de marzo de 1977, un día después de haber escrito la famosa “Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar”, Rodolfo Walsh fue desaparecido tras un tiroteo en la esquina de las avenidas San Juan y Entre Ríos, donde está dicha estación. Por ANRed
    Por ANRed - Sur (redaccion@anred.org)

La conducción de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) rebautizó por segunda vez, este viernes 15 de junio, la estación Entre Ríos de la Línea E. El lugar escogido rememora el trágico final del periodista. Además de intervenciones artísticas, el encuentro contó con la presencia de Lidia Ferreyra, su compañera de lucha; Patricia Walsh, su hija; y Osvaldo Bayer.

La voz de Mercedes Sosa entonando “La cigarra” llegaba desde un amplificador y se metía en cada rincón de la estación "Entre Ríos". Eran esas paredes que vieron como un operativo militar pretendía acallar la voz de Rodolfo Walsh las mismas que, por ironía del destino, 35 años después eran rebautizadas por los trabajadores, como Estación Compañero Rodolfo Walsh.

Al grito de "¡Rodolfo Walsh: presente! ¡Ahora y siempre!", Lidia Ferreyra tomó la palabra para transmitir su alegría para con la nueva disposición ya que “es una expresión más del crédito de la memoria”. Acto seguido, el reconocido escritor y periodista, Osvaldo Bayer, se acercó al micrófono para comunicar su entusiasmo con el rebautizo de la estación Entre Ríos. Además, compartió anécdotas vividas con Rodolfo Walsh, como por ejemplo, el diálogo que mantuvieron la última vez que se vieron, acerca del cual detalló que fue “en plena dictadura, se sorprendió y me dijo qué haces acá y yo le dije mira quien habla. Me dijo pero vos escribiste lo de la Patagonia, y yo respondí pero vos diez veces peor todavía: te metiste con la actualidad” y agregó tristemente “yo no sabía que iba a ser el último encuentro”. Luego, Bayer se refirió a su amigo “era más argentino que todos. Cómo amaba esas enormes llanuras allá en Río Negro”; y fue entonces cuando invitó a los trabajadores y al pueblo en su conjunto a luchar por recuperar su casa natal de Choele Choel. Cerró su discurso: “que gran acto es este, esto lo dice todo. Es vivir por la ética. Es vivir por una comunidad llena y plena de justicia, sin niños con hambre, con gente rebozante de trabajo, para que podamos gozar de este paisaje argentino”.

Un trabajador de AGTSyP leyó una carta que Rodolfo Walsh escribió cuando su colega Paco Urondo falleció. El gremialista reflexionó acerca del contenido y remarcó, citando al periodista, que “el problema para un tipo como vos en un tiempo como este, es que cuando más hondo se mira y más callado se escucha, más se empieza a percibir el sufrimiento de la gente, la miseria, la injusticia, la crueldad de los verdugos. Entonces ya no basta con mirar, ya no basta con escuchar, ya no alcanza con escribir”.

A continuación, Patricia Walsh tomó la palabra para realizar una pequeña reseña de la vida política de su padre y aseguró que si él se encontrase allí agradecería que lo sean los mismos trabajadores quienes lo recuerdan. Además, resaltó que el Tercer Juicio por la ESMA se aproxima, el cual exige una responsabilidad popular de difusión. Remató esta idea con palabras del propio periodista: “los invito a empuñar este juicio que va a ser el más importante de la historia reciente de la lucha por los derechos humanos en nuestro país (…) a que difundan esta información, porque así van a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”.

Finalmente, el Secretario General de AGTSyP, "Beto" Pianelli, agradeció la participación de las diversas agrupaciones políticas y sindicales en este acto que pretendió “recuperar las imágenes, recuperar los mitos de la ciudades, los nombres de nuestros verdaderos héroes”. En conclusión, el gremialista declaró en diálogo con ANRed su conformidad con el apoyo que actualmente brinda el gobierno nacional por medio del Bloque Nuevo Encuentro y de su diputada -Gabriela Cerruti-, quien presentó el proyecto 1272-D-2011 en la Legislatura Porteña. Al respecto, aseguró que observa diferencias positivas con respecto al intento de rebautizo efectuado el año anterior, ya que actualmente cuentan con autorización de Metrovías para intervenir la estación con carteles alusivos al autor; hecho que, según Pianelli, aumenta las esperanzas de legalizar el renombramiento en el curso del año 2012.

lunes, 11 de junio de 2012

La justicia brasileña inició el proceso para extraditar represor

Un paso más hacia la extradición

El Supremo Tribunal Federal de Brasil comenzó con las gestiones para posiblemente extraditar a Claudio Vallejos, quien admitió haber intervenido en el secuestro del pianista brasileño Francisco Tenorio Cerqueira Junior, desaparecido.

 Por Darío Pignotti

Desde Brasilia

Uno de los capítulos menos investigados del Plan Cóndor, el que vinculó a las dictaduras de Brasil y Argentina, entre otras del Cono sur, comienza a salir de las sombras. El Supremo Tribunal Federal brasileño inició las gestiones para la posible extradición del represor argentino Claudio Vallejos, ex ESMA, quien declaró haber participado en el secuestro del pianista brasileño Francisco Tenorio Cerqueira Junior, desaparecido desde 1976, cuando realizaba una serie de presentaciones en Buenos Aires junto a Vinicius de Moraes.

Está probado con harta documentación –que incluye cartas del sindicato de músicos al dictador Ernesto Geisel (1974-1979)– que la Cancillería brasileña y la Embajada en Buenos Aires tomaron conocimiento prácticamente de inmediato del secuestro de Cerqueira Junior el 18 de marzo del ’76, y hay indicios firmes sobre la participación de agentes brasileños en los interrogatorios y torturas. Lo que hace de la desaparición de “Tenorinho” un caso emblemático del Cóndor orquestado por brasileños y argentinos.

Después de años de indiferencia judicial, el juez Gilmar Méndes, del Supremo Tribunal Federal, dio un paso firme hacia la extradición del presunto secuestrador Vallejos al ordenar la semana pasada que éste quede bajo jurisdicción de la Policía Federal, por su carácter de extraditable.

El proceso de deportación está caratulado en el Supremo como oficio 478/2012 y fue solicitado, tres meses atrás, por el fiscal federal argentino Miguel Angel Osorio, a cargo de la causa ESMA, quien en su fundamentación se refirió al Plan Cóndor y citó informaciones publicadas por Página/12.

Elisa Cerqueira era una niña de 8 años cuando su padre Francisco Tenorio, de 35, fue secuestrado. Desde entonces ha esperado en vano una respuesta de las autoridades brasileñas. “Si Vallejos es deportado allá (Argentina) va a ser juzgado y probablemente condenado, como sucedió con todos (los miembros de ESMA). Alfredo Astiz está preso y condenado. Yo creo que él tiene que ser deportado, porque acá no va a pasar nada, Brasil todavía no abrió los archivos, no reconoce su participación en este caso, amnistió a los torturadores, entonces creo que debe irse porque allá se hace justicia.” “Aquí Vallejos puede ser liberado en cualquier momento con cualquier excusa boba, por eso el gobierno argentino pidió que lo extraditen, allá va a responder por los grandes crímenes que cometió”, dijo Elisa Cerqueira al diario electrónico Carta Maior.

El Gordo Vallejos fue miembro de la Marina, actuó en la ESMA desde el comienzo de la dictadura y, según él mismo confesó, participó en el grupo de tareas que secuestró al pianista Francisco Tenorio Cerqueira Junior, que horas antes había participado de uno de los memorables recitales del poeta y ex diplomático Vinicius de Moraes junto al guitarrista Toquinho.

En la década del ’80, Vallejos desembarcó en Brasil donde repartía su tiempo entre estafas varias –por lo que fue preso más de una vez, la última en enero pasado– y vender entrevistas sobre su participación en el rapto del pianista Cerqueira Junior –un músico exquisito, poco volcado a la política—, y relatar los secuestros de varios militantes brasileños como Sidney Fix Marques dos Santos y Maria Regina Marcondes Pinto de Espinosa, quienes continúan desaparecidos desde 1976. Casos que posiblemente serán materia de indagaciones por parte del fiscal Osorio, si se lleva a cabo la deportación.

“Maté por lo menos a 30 personas y perdí la cuenta de aquellos que torturé, perdí la cuenta de aquellos que yo había torturado y acabaron muertos”, declaró hace tiempo Vallejos a la revista Fatos, acaso envalentonado por las inminentes leyes de Obediencia Debida y Punto Final. También soltó la lengua para la televisión francesa, donde se despachó sobre Alfredo Astiz, y realizó declaraciones en la extinta revista argentina La Semana, a la que dijo: “Yo participé con (Rubén) Chamorro en el secuestro de (el embajador) Hidalgo Solá”, otra de las víctimas de los grupos de tareas de la ESMA, por orden del almirante Emilio Massera.

La vocación histriónica del represor y su prontuario como estafador hacen que sus afirmaciones sean tomadas con reserva, “no sabemos si todo lo que dice es verdad, pero es muy importante que esté detenido y que sea deportado” para ser interrogado por la Justicia argentina, plantea Jair Krischke, titular del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, consultado por este diario.

Y luego avanza: “Esto también será importante” para la Comisión de la Verdad, creada el mes pasado por la presidenta Dilma Rousseff, porque es probable que se progrese en la reconstrucción de uno de los casos paradigmáticos del Plan Cóndor. Krischke dijo que no se puede prever cuándo habrá una definición sobre el caso, porque éste debe ser tratado por el plenario de los once miembros del Supremo Tribunal Federal, pero estima que hay “elementos” para esperar un fallo favorable dado que ya fueron concedidas otras extradiciones de represores que actuaron en Argentina, como el coronel uruguayo Manuel Cordero Piacentini, en enero de 2010, y el teniente argentino Norberto Raúl Trozzo, el año pasado.