El primer fallo que afectará en forma directa a la Marina llegará en octubre. Se abrirá el camino así a la segunda etapa de la megacausa ESMA. Si no se modifica la organización del proceso, podría demorar al menos cuatro años. El debate.
Por Alejandra Dandan
El caso Rodolfo Walsh. Las monjas francesas. El grupo de la Iglesia de Santa Cruz. Los Villaflor. Orlando Yorio y Francisco Jalics. Son algunas de las 86 víctimas del juicio oral por los crímenes de la Escuela de Mecánica de la Armada. A 22 meses del comienzo, el juicio finalmente se acerca a la sentencia histórica: la primera para los marinos desde la reapertura de las causas. Aun así son sólo 18 acusados. El Tribunal Oral Federal 5 que está a cargo del juicio (y de las demoras) acaba de recibir de la instrucción varios tramos más de la megacausa que ahora suma unas 900 víctimas, a la espera del debate. El universo de causas acumuladas es enorme. Al ritmo del juicio que está terminando, los tiempos de los próximos debates parecen infinitos: si tal como esperan las querellas, el próximo juicio incluye los secuestros del ’76-’77, la cantidad de víctimas y de imputados haría que el juicio se extendiera por lo menos cuatro años. Los problemas. El debate.
Primero el comienzo. En este momento, el TOF 5 concluye el juicio oral por un solo tramo de la megacausa ESMA: los llamados Testimonios A; los B, conocidos como causa Monjas Francesas o Iglesia de Santa Cruz y los C del caso Walsh. Un total de 18 imputados y 86 víctimas de las cuales 28 permanecen desaparecidas y existen cinco homicidios probados por los cuerpos recuperados del grupo de la Iglesia de Santa Cruz. El juicio que debía empezar en septiembre de 2009 comenzó el 11 de diciembre de ese año. Con un número semejante de acusados pero más del doble de víctimas, el juicio del circuito Atlético-Banco-Olimpo (ABO) duró la mitad.
A ojos de los organismos de derechos humanos que integran las querellas, una de las grandes razones de la demora es el funcionamiento del Tribunal 5 encabezado por Daniel Obligado. Graciela Daleo es sobreviviente de la ESMA y querellante: “Que este juicio dure dos años tiene que ver con el ritmo del Tribunal y las trapisondas de las defensas”.
Ya en diciembre del año pasado el Centro de Estudios Legales y Sociales publicó un balance con algunas advertencias. “A un año del inicio del juicio oral, aún no hay certeza del dictado de sentencia a corto plazo. Ello resulta particularmente preocupante porque otros tramos de la causa ESMA, que se encuentran radicados en el mismo Tribunal desde el 2008, no podrán ser juzgados hasta tanto no finalice este juicio. Es oportuno destacar que los otros tramos de la causa ESMA cuentan con un número mucho mayor de víctimas e imputados.”
Esa es la situación que aún no cambió pese a que el debate está cerca de la sentencia. Además del retraso inicial hubo y sigue habiendo problemas. El TOF complicó, por ejemplo, el mecanismo para desistir testigos. En otros debates, suele suceder que la querella que presenta un testigo puede desistirlo durante el juicio, pero el TOF 5 no lo hacía hasta preguntar a todas las partes. Eso incluyó a las defensas, que encontraron en la negativa un mecanismo de dilatar el proceso. Hubo problemas menores que terminaron siendo grandes. Uno de ellos son los horarios, con audiencias retrasadas dos horas que se cortaban a las dos de la tarde. Hubo, en ocasiones, problemas por faltas de sala en Comodoro Py. Hubo mala organización del cronograma de testigos: días en los que el Tribunal citó para la misma jornada a sobrevivientes como Martín Grass y Lila Pastoriza, con más de cuatro horas de declaración cada uno y de esperas y días en los que citó a un vecino.
Lucía Tejera es abogada de las querellas. Ella habla por ejemplo de las largas horas en las que declararon los represores. Todo acusado tiene derecho a pronunciarse durante cualquier momento del debate, dice, pero con una restricción: debe hablar sólo del objeto de la causa. Pero en este juicio varios acusados se tomaron más de un día para hablar de lo que parecieron verdaderos alegatos. Jorge “El Tigre” Acosta habló un día hasta las once de la noche en un discurso en el que incluyó hasta la guerra prusiana. Ricardo Cavallo llegó en su diatriba hasta la Revolución Cubana e hizo debates sobre la filosofía marxista. “La fiscalía y las querellas le dijimos al Tribunal varias veces que les pida ceñirse al objeto del juicio, pero el Tribunal no lo hizo”, dice Tejera. Como otros querellantes, insiste en el problema a largo plazo. Señala que es necesario pensar cómo achicar los tiempos del debate, hacer los juicios lo más cortos posibles para evitar el desgaste de testigos, pero también de imputados y de jueces. “Este es el primer juicio a los marinos y va a ser la primera sentencia. Desde que se abrieron los juicios tenemos que acabar lo más rápido posible para poder continuar: están listos los tramos ‘76-’77 que ordenan toda la causa porque abarcan a muchos compañeros, están las caídas de las ‘Citas nacionales’, y no es que esos años fueron un momento negro porque toda la ESMA fue negra, pero es el período con más gente secuestrada en un período de tiempo, el momento en el que la ESMA reventó porque en 1978 empezaron algunas libertades”.
Lo que viene
Si todo sigue así, en los próximos días el debate va a suspenderse durante diez días. El Tribunal ordenó pararlo entre el final de los alegatos y el comienzo de las réplicas, pese a un planteo en contra de la fiscalía integrada por Pablo Ouviña y Mirna Goransky, que no quieren más demoras. No las quieren no sólo por el futuro, incluso porque el jurado tiene sólo tres de los cuatro jueces previstos para las causas de lesa humanidad. El número indispensable. Y porque uno de los imputados, el vicealmirante Oscar Montes, sobre el que pesan varios de los casos, está en pésimas condiciones de salud.
En su defensa, el TOF intenta algunas explicaciones. Dicen que están trabajando para tener la sentencia a mediados de octubre. También dicen que como el juicio fue largo se van a tomar dos meses para escribir los fundamentos que pueden estar listos a mediados de diciembre. Lo que no dicen, en cambio, es cómo avanzarán después. En diálogo con este diario, alguno de sus integrantes admitieron que si empieza un nuevo juicio no será antes del año próximo, pero no tienen ni siquiera decidida la causa con la que van a ir adelante.
El juzgado de Sergio Torres lleva adelante la primera parte de las investigaciones de la megacausa en instrucción. Acaba de elevar una serie de expedientes que ahora se acumularon en el TOF 5. Entre los viejos expedientes estaban: la causa 76-causa 77 con un número total de casi 30 imputados y 186 y 347 víctimas respectivamente, 93 por ciento de las cuales son las mismas. Y dos causas más chicas llamadas “Chacras de Coria” –con imputados ya condenados en otras causas– y “Robo de bienes”, una causa que por el volumen podría ser tratada rápidamente, pero para varios actores no tiene sentido porque sería casi un absurdo que muchas de esas víctimas obtengan una condena por robo primero antes que por haber sido víctimas. Entre las causas recién elevadas se agregan además: los tramos ’78/’79/’80 y ’81 y ’82. Entre unas y otras suman en total alrededor de 900 víctimas, 600 de las cuales lograron ser identificadas a partir de un trabajo de reconstrucción de los organismos de derechos humanos.
El TOF informalmente menciona dos problemas. Uno, que no logra avanzar porque entró nuevamente en “la ronda de sorteos”, es decir que dejó de dedicarse exclusivamente a la causa ESMA y ahora tienen que atender también otras causas. Y dos, que si manejar un juicio con 18 imputados les llevó dos años creen que se les volverá imposible manejar uno de 60 imputados, como tiene una de las últimas causas elevadas.
Pablo Ouviña es fiscal de la causa. También preocupado por lo que viene, recuerda que ya en 2009 tuvieron que moverse rápidamente para evitar que el TOF 5 unifique en ese momento el tramo de los Testimonios A, B y C con la causa 1976. Pese a que la fiscalía promueve la unificación de las causas, está convencida de que esa idea hubiese demorado aún más el ya demorado comienzo del primer juicio. Pero además no había ganancias netas porque gran parte de las víctimas del tramo 1976 están incluidas en realidad en el tramo 1977, y es ahí donde deberían sumarse. Eso es lo que esperan que suceda en este momento.
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