Dio precisiones sobre el acoso sexual y el papel cumplido por monseñor Graselli
Rosario Quiroga hizo un pormenorizado relato de su secuestro, cautiverio y liberación en 1979 desde Caracas, donde vive desde entonces. Rosario no dejó pregunta sin contestar y ofreció muchas precisiones. Entre ellas, explicó que si bien el acoso sexual fue una regla indefectible para todas las prisioneras detenidas-desaparecidas, en el caso de la ESMA no implicaba necesariamente violaciones. Confirmó la intimidad entre monseñor Graselli y los represores y enfatizó la posibilidad de que varios militantes muertos en la ESMA hayan sido cremados en el cementerio de la Chacarita, como le dijeron que lo fue su pareja de entonces, Oscar "El Sordo" De Gregorio, un oficial mayor de Montoneros. En la audiencia declaró también José María Areta, hermano de dos desaparecidos. Jorge Ignacio (que parece haber ingresado malherido o muerto a la ESMA) y de Joaquín, uno de cuyos poemas "Quisiera que me recuerden" fue leído en público por un emocionado presidente Néstor Kirchner.
En teleconferencia desde Caracas, Venezuela, donde vive, Rosario Evangelina Quiroga, conocida como "Elena" durante el último tramo de su militancia peronista en la Argentina, recordó que ella y otros compañeros, escapando de la represión desatada por la dictadura, habían buscado refugio en Uruguay. Que lo habían encontrado en una vivienda del balneario Lagomar y que en la mañana del 15 de diciembre de 1977, cuando ella y Rolando Pisarello esperaban tomar un ómnibus para ir a Montevideo fueron secuestrados por personal de civil de las fuerzas armadas uruguayas, que los introdujeron en un furgon y les dieron una paliza. Puntualizó que a ella le abrieron una herida en la cabeza de un culatazo.
Relató que fueron llevados a una casa de Carrasco "de aspecto medieval" dónde la torturaron sometiéndola al "submarino", con golpes y colgándola del techo con las muñecas con los brazos atados detrás de la espalda y alzándola y bajándola en esa posición. En ese lugar, puntualizó, escuchó como torturaban también a dos compañeros, Jaime Dri y el pianista Miguel Ángel Estrella.
Dos días después fue llevada a una habitación, donde le sacaron la venda de los ojos y le presentaron a varios oficiales argentinos, entre quienes puede reconocer al teniente de navío Raúl Scheller, alias "Mariano", al mayor del Ejército Juan Carlos Coronel, alias "Maco", al oficial de la Prefectura Naval Héctor Febres, alias "Selva", y al miembro del Servicio Penitenciario Federal Carlos Generoso, alias "Fragote".
"Mi impresión es que la voz de mando la tenía Scheller", subrayó.
Al día siguiente, 18 de diciembre, Pisarello fue trasladado a la ESMA, en Buenos Aires, junto con su mujer, María del Huerto Milesi, y su hijita María Laura, de cuatro meses.
Narró que fue trasladada a la ciudad de Buenos Aires junto a sus hijas pequeñas, a las que dos represores, el oficial de la Armada Alfredo Astiz y el oficial de la Policía Federal Roberto González a un colegio de monjas ubicado en la Avenida Cabildo y Juramento.
"El avión era pequeño y subimos por atrás. Viajé con mis hijas y (Héctor) Febres estaba sentado detrás mío. Había un piloto y alguien más, pero yo no podía ver. Me quitaron la frazada que tenía en los ojos para no impresionar a las niñas, pero me prohibieron levantar la cabeza o mirar", relató.
Conducida a la ESMA se le asignó el número 046. Su pareja, Oscar De Gregorio, apodado "El Sordo" y quien había sido uno de los miembros fundadores de la organización "Descamisados" (fusionada con Montoneros a fines de 1972) también fue secuestrado y llevado a la ESMA, en su caso gravemente herido de bala en el abdomen.
"Los miembros del GT (Grupo de tareas), tenían una relación especial con la persona que habían buscado o secuestraban, y las visitaban con frecuencia durante el cautiverio", explicó o Rosario.
Cuando la fiscal le preguntó los motivos por los cuales le hicieron escuchar durante su cautiverio una grabación de Oscar De Gregorio, la testigo explicó que "una de las metodologías que tenía el GT 3.2.2 era hacerle creer al secuestrado que iba a vivir, darle esperanzas de vida propia y de vida para cualquier otra persona de la que le dieras información. Saber que De Gregorio estaba vivo era una forma de dejarme tranquila de que ellos y yo íbamos a vivir. Era la forma concreta que tenían para sacarnos información".
Rosario dijo también que estuvo con De Gregorio en el momento de su muerte.
La fuga de "Nariz" Di Maggio
Horacio Maggio, ex delegado de la Comisión Gremial del Banco de la Provincia de Santa Fe y militante de Montoneros, había sido secuestrado el 15 de febrero de 1977. En marzo de 1978 logró fugarse de la ESMA- Se fue del país pero regresó y en octubre de ese año fue muerto dentro de una obra en construcción en la que se había refugiado.
Su cadáver fue exhibido en el estacionamiento del Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada, y muchos detenidos fueron obligados a desfilar ante él.
"En octubre de 1978 estaba regresando de una visita que hice a mis hijas en San Juan, y en el camino me dijeron que lo habían matado. Tenían el cuerpo en una camioneta y nos llevaron a que lo viéramos para saber lo que les pasaba a los que se fugaban. Mostrar a Maggio era para ellos una gran cosa, una especie de triunfo", relató.
Rosario denunció haber sido sometida a trabajo esclavo y sufrido el acoso sexual del mayor del Ejército Eugenio Acosta Aubone, hermano del entonces capitán de fragata Jorge "El Tigre" Acosta, jefe del "grupo de tareas".
Trabajo esclavo
Antes de viajar a Uruguay, Rosario trabajaba como técnica en el Departamento de Procesos Técnicos de las Bibliotecas de la Universidad Nacional de San Juan. Por sus conocimientos de bibliotecaria, fue obligada a realizar trabajo esclavo durante su cautiverio en la ESMA.
"Trabajaba en la Pecera junto con Nilda Orazi. Me encargaron que ordenara el archivo del diario Noticias. Había que acomodarlo por fechas, como se podía, en cajas. En una de esas cajas pude ver las fotos de Alicia Zunino de Rossini, a quien conocía de San Juan de toda la vida, y ahí pude constatar que había estado en la ESMA", contó la sobreviviente.
La fiscal le preguntó a la testigo por el teniente de navío Juan Carlos Rolón. "Estuve en el Sótano desde diciembre de 1977 hasta abril del 78. A Rolón lo comencé a ver todos los días cuando subí a la Pecera, porque era responsable de los que hacíamos trabajo esclavo.
"Conversaba con nosotros todo el tiempo. En alguna oportunidad nos dijo que había sido muy condescendiente con nosotros. "Cuando me llegue mi Nuremberg recuerden como los traté", nos decía. También quería que varios secuestrados se quedaran trabajando con ellos en la Argentina una vez puestos en libertad", describió.
Abuso sexual
Rosario dijo que debió soportar el acoso sexual del mayor Eugenio Acosta, pero aclaró que no había sido violada. "Acosta me tomó como su protegida, me visitaba todas las semanas y pretendía tener relaciones sexuales conmigo. Una vez le dije que tenía que pedirle a ´los verdes´ que me obligaran porque por propia voluntad no lo iba a conseguir y se fue muy enojado".
"La pretensión de (Eugenio) Acosta -continuó- era que Néstor Savio (alias Norberto) fuera el marino elegido para mí. En una oportunidad me llevó a la Costanera, me habló de lo mal que se llevaba con su mujer… Hubo acoso, pero lo pude manejar", relató Quiroga, quien dijo que lo que le pasó a ella era habitual que les sucediera a las mujeres cautivas en la ESMA.
"Era una regla. Siempre un marino estaba destinado a una secuestrada. Ellos eran los dueños de la vida de una, así que el abuso estaba implícito".
Robo de bienes
Rosario relató que durante su cautiverio fue llevada a una casa de su propiedad en Munro, en la calle Israel al 2200. "Linares y Roberto González me llevaron a la casa a buscar los papeles para apropiársela. Después, Febres, Roberto González y (el teniente de navío Jorge) Rádice me llevaron a una escribanía para firmar un poder. Supe que posteriormente esa casa fue utilizada para que trabajaran algunos secuestrados".
Embarazadas
"A todos los médicos se los llamaba 'Tomy'. Atendían los partos en la ESMA cuando no venían complicados y, si no, hubo algunos casos que fueron trasladados al Hospital Naval", relató la testigo, quien recordó entre los médicos a Jorge Magnacco. "También había otro médico al que le decían ´Manzanita´, porque tenía los pómulos rojos; era bajito y de cara redonda".
Rosario hizo un repaso por las distintas embarazadas que pasaron por la ESMA y con las que tuvo contacto o referencia de que habían dado a luz en ese centro clandestino. Entre ellas, Patricia Elizabeth Mancuzzo (Paty), quien dio a luz a un bebé el 15 de abril de 1978, hijo también de su compañero Walter Claudio Rosenfeld, al que puso de nombre Sebastián. También mencionó a Alicia Alfonsín de Cabandié, "Bebe", cuyo hijo, Juan Cabandié, nació en marzo.
La fiscal continuó mencionándole nombres de mujeres embarazadas para ver si la testigo las había visto en la ESMA. Rosario recordó cada uno de los casos: Alicia Pereyra, dio a luz a Federico Cagnola Pereyra; Ana María Moyano de Poblete, quien tuvo una niña; Susana Pegoraro, también tuvo una niña; Susana Siver de Reinhold, "una embarazada a la que no vi, pero supe que tuvo su niña el mismo día que mataron a Norma Arrostito. Fue un revuelo ese día. Creo que se llamó Laura Reinhold Siver".
También mencionó a María Hilda Pérez de Donda, quien dio a luz a Victoria Donda Pérez; Patricia Roisinblit de Pérez Rojo, "la vi embarazada hacia octubre del 78, en un cuartito cerca del pañol, y después supe que tuvo un niño de nombre Guillermo" (Pérez Roisinblit).
Norma Arrostito
"La mataron en enero del ´78. Yo estaba en Capucha y me bajaban al Sótano durante el día. La vi en los pasillos. Tenía grilletes con una cadena bastante larga, el ruido de su caminar era muy especial, creo que todos los que estuvieron con ella lo recuerdan. Su muerte fue sumamente hablada. Además, la usaban muchísimo cuando caía alguien para sacarle información", al ser su cautiverio (mientras se la creía muerta) una demostración irrefutable de la derrota de Montoneros. "Norma Arrostito era EL personaje en la ESMA", destacó Rosario Quiroga.
Dagmar Hagelin
Rosario también contó que supo del secuestro de Dagmar Hagelin, "la suequita", por parte del GT 3.2.2: "Sé qué la hirieron y que por eso la desaparecieron. El que la hirió fue Astiz. Lo supe por otros detenidos, porque eso pasó un año antes de que yo entrara a la ESMA".
Reconocimientos
Se le preguntó a la testigo sobre el imputado Rodolfo Cionchi, alías "Gordo Tomás", acusado de torturar al sobreviviente Enrique Fuckman y de asesinar a Daniel Echeverría.
"Es uno de los oficiales que le decíamos Tomás o Dogor. Mi recuerdo es de un italiano con unos cuantos kilos, bien blanco y con los pómulos colorados. Lo veíamos en el Sótano", dijo la testigo.
Asimismo, reconoció a Miguel Ángel García Velazco, alias "Dante", un oficial de Inteligencia que integraba el Grupo de Tareas 3.3.2: "Dante tenía un hermano mellizo al que le decían Serra y pertenecía al SIN" (Servicio de Inteligencia Naval). Vi a personal del SIN en la ESMA", declaró Rosario.
"Hormiga era una auxiliar de Inteligencia", aseguró cuando se le preguntó por Orlando González. "Yo lo vi en la ESMA, en el Sótano. Ahora me enteré que es fotógrafo y recibió premios. Era delgado, de pelo negro, estatura mediana, y le gustaba mucho hablar con los secuestrados".
Monseñor Graselli
Se le preguntó si (el secretario del vicariato castrense) monseñor Eugenio Graselli tenía contactos con marinos. "Sí –respondió Rosario-. Él fue quien me ayudó a conseguir la visa para ir a Venezuela. No podía desconocer que había detenidos en la ESMA".
La testigo expuso ante las cámaras un certificado de defunción de su primer marido, José Luis Herrero, con la fecha y el motivo de la muerte falseada. "Este documento me lo mandó a Venezuela el propio Monseñor Graselli, por pedido de los marinos", enfatizó.
También confirmó que fue liberada por los marinos el 19 de enero de 1979, cuando (junto a otro prisionero desaparecido, Lisandro Cubas, con quien se casaría) voló a Caracas sirviéndose un pasaje comprado por la Armada en la agencia Cavisa (Compañía Argentina de Viajes Internacionales S.A.).
"Nos acompañó Juan Carlos Rolón", afirmó. "Ese día nos liberaron a cuatro: Alberto Girondo, Alicia de Pirles, mi marido y yo. Tenía 26 años, los había cumplido en la ESMA".
Después, en marzo o abril, añadió, fue liberado Pisarello, puntualizó.
Cremaciones
Para finalizar, Rosario Quiroga sostuvo que "me gustaría que se investigue sobre cremaciones hechas en Chacarita. Acosta me dijo a mí que al cuerpo de Oscar De Gregorio lo iban a quemar en el cementerio de Chacarita. Sería excelente poder investigar si ese fue el destino de los muertos en la ESMA. Cononocer el destino de todos los desaparecidos, saber qué pasó con ellos, es algo primordial".
Los hermanos Areta
En la audiencia declaró también José María Areta, hermano de dos detenidos-desaparecidos, Jorge Ignacio y Joaquín Eugenio, que se hizo célebre por un pequeó libro de poemas, uno de los cuales, "Quiero que me recuerden", fue recitado públicamente por el presidente Néstor Kirchner.
Jorge, apodado "Iñaki" o "El Correntino", ingresó el 23 de diciembre de 1976 a la ESMA, pero no está claro si lo hizo vivo o cadaver.
"Tengo información fragmentada sobre los hechos. El 22 de diciembre de 1976, en un supuesto enfrentamiento con Fuerzas de Seguridad, habrían matado a mi hermano en la zona oeste del Gran buenos Aires. El enfrentamiento habría comenzado en Morón y terminado cerca del Hospital Posadas, en Ramos Mejía", contó el testigo.
Luego agregó que "toda la información que recabé fue por llamados telefónicos y revisando diarios de la época, que hablaban de un supuesto enfrentamiento. Jamás tuve otra información. En base a esos datos, pude armar el relato, pero no había nombres ni nada más."
"El diario La Nación -ejemplificó- publicó una nota el 26 ó 27 de diciembre de ese año, en la que narra un episodio que describe lo que pasó, es una coincidencia, pero sin nombres. Con ese pude reconstruir parcialmente la historia".
José María contó que recibió dos versiones sobre su hermano. Una sostenía que estuvo en cautiverio en la ESMA, y la otra que "entró muerto el 23 de diciembre" a ese mismo centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
Jorge era militante de la JTP y de Montoneros. Según recordó su hermano, estaba en pareja con una compañera de militancia llamada Dona.
Jorge "tenía 29 años, medía poco menos de un metro setenta, era rubio, usaba bigotes y tenía una cicatriz de una neurocirugía en el lado derecho", relató José María.
Las querellas le mencionaron a algunas víctimas y el testigo reconoció a Susana Quinteros: "fue una novia de mi hermano de la que se había separado un par de años antes de su desaparición. Era estudiante de arquitectura. Tengo entendido que apareció muerta en un enfrentamiento en La Plata en 1976".
Rosario Quiroga hizo un pormenorizado relato de su secuestro, cautiverio y liberación en 1979 desde Caracas, donde vive desde entonces. Rosario no dejó pregunta sin contestar y ofreció muchas precisiones. Entre ellas, explicó que si bien el acoso sexual fue una regla indefectible para todas las prisioneras detenidas-desaparecidas, en el caso de la ESMA no implicaba necesariamente violaciones. Confirmó la intimidad entre monseñor Graselli y los represores y enfatizó la posibilidad de que varios militantes muertos en la ESMA hayan sido cremados en el cementerio de la Chacarita, como le dijeron que lo fue su pareja de entonces, Oscar "El Sordo" De Gregorio, un oficial mayor de Montoneros. En la audiencia declaró también José María Areta, hermano de dos desaparecidos. Jorge Ignacio (que parece haber ingresado malherido o muerto a la ESMA) y de Joaquín, uno de cuyos poemas "Quisiera que me recuerden" fue leído en público por un emocionado presidente Néstor Kirchner.
En teleconferencia desde Caracas, Venezuela, donde vive, Rosario Evangelina Quiroga, conocida como "Elena" durante el último tramo de su militancia peronista en la Argentina, recordó que ella y otros compañeros, escapando de la represión desatada por la dictadura, habían buscado refugio en Uruguay. Que lo habían encontrado en una vivienda del balneario Lagomar y que en la mañana del 15 de diciembre de 1977, cuando ella y Rolando Pisarello esperaban tomar un ómnibus para ir a Montevideo fueron secuestrados por personal de civil de las fuerzas armadas uruguayas, que los introdujeron en un furgon y les dieron una paliza. Puntualizó que a ella le abrieron una herida en la cabeza de un culatazo.
Relató que fueron llevados a una casa de Carrasco "de aspecto medieval" dónde la torturaron sometiéndola al "submarino", con golpes y colgándola del techo con las muñecas con los brazos atados detrás de la espalda y alzándola y bajándola en esa posición. En ese lugar, puntualizó, escuchó como torturaban también a dos compañeros, Jaime Dri y el pianista Miguel Ángel Estrella.
Dos días después fue llevada a una habitación, donde le sacaron la venda de los ojos y le presentaron a varios oficiales argentinos, entre quienes puede reconocer al teniente de navío Raúl Scheller, alias "Mariano", al mayor del Ejército Juan Carlos Coronel, alias "Maco", al oficial de la Prefectura Naval Héctor Febres, alias "Selva", y al miembro del Servicio Penitenciario Federal Carlos Generoso, alias "Fragote".
"Mi impresión es que la voz de mando la tenía Scheller", subrayó.
Al día siguiente, 18 de diciembre, Pisarello fue trasladado a la ESMA, en Buenos Aires, junto con su mujer, María del Huerto Milesi, y su hijita María Laura, de cuatro meses.
Narró que fue trasladada a la ciudad de Buenos Aires junto a sus hijas pequeñas, a las que dos represores, el oficial de la Armada Alfredo Astiz y el oficial de la Policía Federal Roberto González a un colegio de monjas ubicado en la Avenida Cabildo y Juramento.
"El avión era pequeño y subimos por atrás. Viajé con mis hijas y (Héctor) Febres estaba sentado detrás mío. Había un piloto y alguien más, pero yo no podía ver. Me quitaron la frazada que tenía en los ojos para no impresionar a las niñas, pero me prohibieron levantar la cabeza o mirar", relató.
Conducida a la ESMA se le asignó el número 046. Su pareja, Oscar De Gregorio, apodado "El Sordo" y quien había sido uno de los miembros fundadores de la organización "Descamisados" (fusionada con Montoneros a fines de 1972) también fue secuestrado y llevado a la ESMA, en su caso gravemente herido de bala en el abdomen.
"Los miembros del GT (Grupo de tareas), tenían una relación especial con la persona que habían buscado o secuestraban, y las visitaban con frecuencia durante el cautiverio", explicó o Rosario.
Cuando la fiscal le preguntó los motivos por los cuales le hicieron escuchar durante su cautiverio una grabación de Oscar De Gregorio, la testigo explicó que "una de las metodologías que tenía el GT 3.2.2 era hacerle creer al secuestrado que iba a vivir, darle esperanzas de vida propia y de vida para cualquier otra persona de la que le dieras información. Saber que De Gregorio estaba vivo era una forma de dejarme tranquila de que ellos y yo íbamos a vivir. Era la forma concreta que tenían para sacarnos información".
Rosario dijo también que estuvo con De Gregorio en el momento de su muerte.
La fuga de "Nariz" Di Maggio
Horacio Maggio, ex delegado de la Comisión Gremial del Banco de la Provincia de Santa Fe y militante de Montoneros, había sido secuestrado el 15 de febrero de 1977. En marzo de 1978 logró fugarse de la ESMA- Se fue del país pero regresó y en octubre de ese año fue muerto dentro de una obra en construcción en la que se había refugiado.
Su cadáver fue exhibido en el estacionamiento del Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada, y muchos detenidos fueron obligados a desfilar ante él.
"En octubre de 1978 estaba regresando de una visita que hice a mis hijas en San Juan, y en el camino me dijeron que lo habían matado. Tenían el cuerpo en una camioneta y nos llevaron a que lo viéramos para saber lo que les pasaba a los que se fugaban. Mostrar a Maggio era para ellos una gran cosa, una especie de triunfo", relató.
Rosario denunció haber sido sometida a trabajo esclavo y sufrido el acoso sexual del mayor del Ejército Eugenio Acosta Aubone, hermano del entonces capitán de fragata Jorge "El Tigre" Acosta, jefe del "grupo de tareas".
Trabajo esclavo
Antes de viajar a Uruguay, Rosario trabajaba como técnica en el Departamento de Procesos Técnicos de las Bibliotecas de la Universidad Nacional de San Juan. Por sus conocimientos de bibliotecaria, fue obligada a realizar trabajo esclavo durante su cautiverio en la ESMA.
"Trabajaba en la Pecera junto con Nilda Orazi. Me encargaron que ordenara el archivo del diario Noticias. Había que acomodarlo por fechas, como se podía, en cajas. En una de esas cajas pude ver las fotos de Alicia Zunino de Rossini, a quien conocía de San Juan de toda la vida, y ahí pude constatar que había estado en la ESMA", contó la sobreviviente.
La fiscal le preguntó a la testigo por el teniente de navío Juan Carlos Rolón. "Estuve en el Sótano desde diciembre de 1977 hasta abril del 78. A Rolón lo comencé a ver todos los días cuando subí a la Pecera, porque era responsable de los que hacíamos trabajo esclavo.
"Conversaba con nosotros todo el tiempo. En alguna oportunidad nos dijo que había sido muy condescendiente con nosotros. "Cuando me llegue mi Nuremberg recuerden como los traté", nos decía. También quería que varios secuestrados se quedaran trabajando con ellos en la Argentina una vez puestos en libertad", describió.
Abuso sexual
Rosario dijo que debió soportar el acoso sexual del mayor Eugenio Acosta, pero aclaró que no había sido violada. "Acosta me tomó como su protegida, me visitaba todas las semanas y pretendía tener relaciones sexuales conmigo. Una vez le dije que tenía que pedirle a ´los verdes´ que me obligaran porque por propia voluntad no lo iba a conseguir y se fue muy enojado".
"La pretensión de (Eugenio) Acosta -continuó- era que Néstor Savio (alias Norberto) fuera el marino elegido para mí. En una oportunidad me llevó a la Costanera, me habló de lo mal que se llevaba con su mujer… Hubo acoso, pero lo pude manejar", relató Quiroga, quien dijo que lo que le pasó a ella era habitual que les sucediera a las mujeres cautivas en la ESMA.
"Era una regla. Siempre un marino estaba destinado a una secuestrada. Ellos eran los dueños de la vida de una, así que el abuso estaba implícito".
Robo de bienes
Rosario relató que durante su cautiverio fue llevada a una casa de su propiedad en Munro, en la calle Israel al 2200. "Linares y Roberto González me llevaron a la casa a buscar los papeles para apropiársela. Después, Febres, Roberto González y (el teniente de navío Jorge) Rádice me llevaron a una escribanía para firmar un poder. Supe que posteriormente esa casa fue utilizada para que trabajaran algunos secuestrados".
Embarazadas
"A todos los médicos se los llamaba 'Tomy'. Atendían los partos en la ESMA cuando no venían complicados y, si no, hubo algunos casos que fueron trasladados al Hospital Naval", relató la testigo, quien recordó entre los médicos a Jorge Magnacco. "También había otro médico al que le decían ´Manzanita´, porque tenía los pómulos rojos; era bajito y de cara redonda".
Rosario hizo un repaso por las distintas embarazadas que pasaron por la ESMA y con las que tuvo contacto o referencia de que habían dado a luz en ese centro clandestino. Entre ellas, Patricia Elizabeth Mancuzzo (Paty), quien dio a luz a un bebé el 15 de abril de 1978, hijo también de su compañero Walter Claudio Rosenfeld, al que puso de nombre Sebastián. También mencionó a Alicia Alfonsín de Cabandié, "Bebe", cuyo hijo, Juan Cabandié, nació en marzo.
La fiscal continuó mencionándole nombres de mujeres embarazadas para ver si la testigo las había visto en la ESMA. Rosario recordó cada uno de los casos: Alicia Pereyra, dio a luz a Federico Cagnola Pereyra; Ana María Moyano de Poblete, quien tuvo una niña; Susana Pegoraro, también tuvo una niña; Susana Siver de Reinhold, "una embarazada a la que no vi, pero supe que tuvo su niña el mismo día que mataron a Norma Arrostito. Fue un revuelo ese día. Creo que se llamó Laura Reinhold Siver".
También mencionó a María Hilda Pérez de Donda, quien dio a luz a Victoria Donda Pérez; Patricia Roisinblit de Pérez Rojo, "la vi embarazada hacia octubre del 78, en un cuartito cerca del pañol, y después supe que tuvo un niño de nombre Guillermo" (Pérez Roisinblit).
Norma Arrostito
"La mataron en enero del ´78. Yo estaba en Capucha y me bajaban al Sótano durante el día. La vi en los pasillos. Tenía grilletes con una cadena bastante larga, el ruido de su caminar era muy especial, creo que todos los que estuvieron con ella lo recuerdan. Su muerte fue sumamente hablada. Además, la usaban muchísimo cuando caía alguien para sacarle información", al ser su cautiverio (mientras se la creía muerta) una demostración irrefutable de la derrota de Montoneros. "Norma Arrostito era EL personaje en la ESMA", destacó Rosario Quiroga.
Dagmar Hagelin
Rosario también contó que supo del secuestro de Dagmar Hagelin, "la suequita", por parte del GT 3.2.2: "Sé qué la hirieron y que por eso la desaparecieron. El que la hirió fue Astiz. Lo supe por otros detenidos, porque eso pasó un año antes de que yo entrara a la ESMA".
Reconocimientos
Se le preguntó a la testigo sobre el imputado Rodolfo Cionchi, alías "Gordo Tomás", acusado de torturar al sobreviviente Enrique Fuckman y de asesinar a Daniel Echeverría.
"Es uno de los oficiales que le decíamos Tomás o Dogor. Mi recuerdo es de un italiano con unos cuantos kilos, bien blanco y con los pómulos colorados. Lo veíamos en el Sótano", dijo la testigo.
Asimismo, reconoció a Miguel Ángel García Velazco, alias "Dante", un oficial de Inteligencia que integraba el Grupo de Tareas 3.3.2: "Dante tenía un hermano mellizo al que le decían Serra y pertenecía al SIN" (Servicio de Inteligencia Naval). Vi a personal del SIN en la ESMA", declaró Rosario.
"Hormiga era una auxiliar de Inteligencia", aseguró cuando se le preguntó por Orlando González. "Yo lo vi en la ESMA, en el Sótano. Ahora me enteré que es fotógrafo y recibió premios. Era delgado, de pelo negro, estatura mediana, y le gustaba mucho hablar con los secuestrados".
Monseñor Graselli
Se le preguntó si (el secretario del vicariato castrense) monseñor Eugenio Graselli tenía contactos con marinos. "Sí –respondió Rosario-. Él fue quien me ayudó a conseguir la visa para ir a Venezuela. No podía desconocer que había detenidos en la ESMA".
La testigo expuso ante las cámaras un certificado de defunción de su primer marido, José Luis Herrero, con la fecha y el motivo de la muerte falseada. "Este documento me lo mandó a Venezuela el propio Monseñor Graselli, por pedido de los marinos", enfatizó.
También confirmó que fue liberada por los marinos el 19 de enero de 1979, cuando (junto a otro prisionero desaparecido, Lisandro Cubas, con quien se casaría) voló a Caracas sirviéndose un pasaje comprado por la Armada en la agencia Cavisa (Compañía Argentina de Viajes Internacionales S.A.).
"Nos acompañó Juan Carlos Rolón", afirmó. "Ese día nos liberaron a cuatro: Alberto Girondo, Alicia de Pirles, mi marido y yo. Tenía 26 años, los había cumplido en la ESMA".
Después, en marzo o abril, añadió, fue liberado Pisarello, puntualizó.
Cremaciones
Para finalizar, Rosario Quiroga sostuvo que "me gustaría que se investigue sobre cremaciones hechas en Chacarita. Acosta me dijo a mí que al cuerpo de Oscar De Gregorio lo iban a quemar en el cementerio de Chacarita. Sería excelente poder investigar si ese fue el destino de los muertos en la ESMA. Cononocer el destino de todos los desaparecidos, saber qué pasó con ellos, es algo primordial".
Los hermanos Areta
En la audiencia declaró también José María Areta, hermano de dos detenidos-desaparecidos, Jorge Ignacio y Joaquín Eugenio, que se hizo célebre por un pequeó libro de poemas, uno de los cuales, "Quiero que me recuerden", fue recitado públicamente por el presidente Néstor Kirchner.
Jorge, apodado "Iñaki" o "El Correntino", ingresó el 23 de diciembre de 1976 a la ESMA, pero no está claro si lo hizo vivo o cadaver.
"Tengo información fragmentada sobre los hechos. El 22 de diciembre de 1976, en un supuesto enfrentamiento con Fuerzas de Seguridad, habrían matado a mi hermano en la zona oeste del Gran buenos Aires. El enfrentamiento habría comenzado en Morón y terminado cerca del Hospital Posadas, en Ramos Mejía", contó el testigo.
Luego agregó que "toda la información que recabé fue por llamados telefónicos y revisando diarios de la época, que hablaban de un supuesto enfrentamiento. Jamás tuve otra información. En base a esos datos, pude armar el relato, pero no había nombres ni nada más."
"El diario La Nación -ejemplificó- publicó una nota el 26 ó 27 de diciembre de ese año, en la que narra un episodio que describe lo que pasó, es una coincidencia, pero sin nombres. Con ese pude reconstruir parcialmente la historia".
José María contó que recibió dos versiones sobre su hermano. Una sostenía que estuvo en cautiverio en la ESMA, y la otra que "entró muerto el 23 de diciembre" a ese mismo centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
Jorge era militante de la JTP y de Montoneros. Según recordó su hermano, estaba en pareja con una compañera de militancia llamada Dona.
Jorge "tenía 29 años, medía poco menos de un metro setenta, era rubio, usaba bigotes y tenía una cicatriz de una neurocirugía en el lado derecho", relató José María.
Las querellas le mencionaron a algunas víctimas y el testigo reconoció a Susana Quinteros: "fue una novia de mi hermano de la que se había separado un par de años antes de su desaparición. Era estudiante de arquitectura. Tengo entendido que apareció muerta en un enfrentamiento en La Plata en 1976".
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