“Que Acosta diga qué hizo con Walsh”
“Yo le pido al Tigre Acosta que nos digan qué hicieron con su cuerpo, qué hizo con los restos mortales de Rodolfo Walsh”, dijo Patricia Walsh al reclamar sobre el destino de su padre, el desaparecido periodista y escritor, durante una nueva jornada del juicio oral y público contra sus captores de la ESMA. También declaró Nélida Fiordeliza de Chidichino, de 84 años, una de las madres que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz, y afirmó que el represor Alfredo Astiz fue “marcando” a los familiares que se reunían allí y que luego serían secuestrados el 8 de diciembre de 1977 por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada.
“Van a pasar mil años, pero su cara la tengo siempre acá”, dijo la mujer, señalándose el entrecejo. La mujer recordó que Astiz se había presentado como Gustavo Niño Vega, argumentando que tenía un hermano desaparecido para lograr “infiltrarse” en el grupo y ganarse la simpatía de los familiares. “Todos pensábamos ‘pobre pibe’, con esa carita y esos moditos quién iba a pensar que era un traidor, como Judas”, expresó. La testigo señaló que Astiz había logrado “conquistar la simpatía” de la “madre de Plaza de Mayo” Azucena Villaflor, quien “inclusive lo llevaba a la casa, pese a que el marido desconfiaba”, de quien finalmente terminó secuestrándola a ella y a todo el grupo.
En su testimonio, Patricia Walsh pidió a los represores sentados en el banquillo la devolución del original del último cuento escrito por su padre, Juan que iba por el río, robado por los militares que allanaron la quinta donde vivía en San Vicente luego de abatirlo. La ex diputada pidió en otro tramo que se preserve el campo de deportes de la ESMA, donde presume fue “quemado” el cuerpo de su padre y el de muchos otros detenidos-desaparecidos que no eran arrojados al río en los “vuelos de la muerte”. Walsh destacó que en su Carta Abierta el escritor no sólo consideraba violaciones a los derechos humanos la tortura y el secuestro, sino también la deuda externa, el hambre y la desocupación. Y expresó su voluntad de que estos genocidas paguen con el máximo de la condena.
Según diferentes constancias, Walsh fue baleado por un grupo operativo de la ESMA el 25 de marzo de 1977 en San Juan y Entre Ríos, en el barrio porteño de San Cristóbal, adonde había concurrido a una cita “cantada”. Al verse emboscado, Walsh respondió con una pistola calibre 22, y su cuerpo fue retirado aún con vida para ser llevado a la ESMA, donde varios testigos aseguran haber visto su cadáver y pertenencias.
La hija de un escritor argentino desaparecido reclama conocer el destino del cadáver de su padre
Patricia Walsh pidió en otro tramo de su extensa declaración que se preserve el campo de deportes de la ESMA, situada en el norte de la capital argentina, donde se presume que fue "quemado" el cuerpo de su padre, Rodolfo Walsh. EFE/Archivo
"Yo le pido a (Jorge el 'Tigre') Acosta que me diga qué hizo con su cuerpo, qué hizo con los restos mortales de Rodolfo Walsh", dijo la ex diputada Patricia Walsh en alusión al ex marino considerado "el dueño de la vida y de la muerte" en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la principal cárcel clandestina de la dictadura.
La ex legisladora pidió también la devolución del original del último cuento escrito por su padre, "Juan que iba por el río", robado por los militares que allanaron la residencia donde vivía luego de enfrentarse a tiros con Walsh.
Jorge Acosta es uno de los 19 acusados en este juicio que, entre otras causas, ventila las desapariciones de Walsh y de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
Otro de los acusados es el ex marino Alfredo Astiz, quien hoy escuchó la declaración de la ex diputada en una sala contigua al recinto donde se llevó a cabo la audiencia.
Patricia Walsh pidió en otro tramo de su extensa declaración que se preserve el campo de deportes de la ESMA, situada en el norte de la capital argentina, donde se presume que fue "quemado" el cuerpo de su padre.
Al declarar por escrito en este proceso, a finales de febrero pasado, el "Tigre" Acosta aseguró que el autor de "Operación Masacre", miembro de la organización guerrillera Montoneros, se suicidó en 1977.
El ex marino dijo que no tiene dudas de que Walsh "no estaba dispuesto a permitir su detención con vida" cuando fue atacado en marzo de 1977 por agentes de la dictadura, en momentos en que había comenzado a distribuir una "carta abierta" al entonces presidente de facto, Jorge Videla, con motivo del primer aniversario del golpe de Estado de 1976.
La historia oficial indica que Walsh se enfrentó a tiros con agentes de la dictadura en el barrio de San Nicolás, en el centro de la ciudad de Buenos Aires, y fue herido de muerte.
Sobrevivientes de la ESMA han declarado que el escritor fue asesinado ese día y su cuerpo fue exhibido posteriormente a quienes estaban en cautiverio en dicho centro clandestino de detención
“Yo le pido al Tigre Acosta que nos digan qué hicieron con su cuerpo, qué hizo con los restos mortales de Rodolfo Walsh”, dijo Patricia Walsh al reclamar sobre el destino de su padre, el desaparecido periodista y escritor, durante una nueva jornada del juicio oral y público contra sus captores de la ESMA. También declaró Nélida Fiordeliza de Chidichino, de 84 años, una de las madres que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz, y afirmó que el represor Alfredo Astiz fue “marcando” a los familiares que se reunían allí y que luego serían secuestrados el 8 de diciembre de 1977 por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada.
“Van a pasar mil años, pero su cara la tengo siempre acá”, dijo la mujer, señalándose el entrecejo. La mujer recordó que Astiz se había presentado como Gustavo Niño Vega, argumentando que tenía un hermano desaparecido para lograr “infiltrarse” en el grupo y ganarse la simpatía de los familiares. “Todos pensábamos ‘pobre pibe’, con esa carita y esos moditos quién iba a pensar que era un traidor, como Judas”, expresó. La testigo señaló que Astiz había logrado “conquistar la simpatía” de la “madre de Plaza de Mayo” Azucena Villaflor, quien “inclusive lo llevaba a la casa, pese a que el marido desconfiaba”, de quien finalmente terminó secuestrándola a ella y a todo el grupo.
En su testimonio, Patricia Walsh pidió a los represores sentados en el banquillo la devolución del original del último cuento escrito por su padre, Juan que iba por el río, robado por los militares que allanaron la quinta donde vivía en San Vicente luego de abatirlo. La ex diputada pidió en otro tramo que se preserve el campo de deportes de la ESMA, donde presume fue “quemado” el cuerpo de su padre y el de muchos otros detenidos-desaparecidos que no eran arrojados al río en los “vuelos de la muerte”. Walsh destacó que en su Carta Abierta el escritor no sólo consideraba violaciones a los derechos humanos la tortura y el secuestro, sino también la deuda externa, el hambre y la desocupación. Y expresó su voluntad de que estos genocidas paguen con el máximo de la condena.
Según diferentes constancias, Walsh fue baleado por un grupo operativo de la ESMA el 25 de marzo de 1977 en San Juan y Entre Ríos, en el barrio porteño de San Cristóbal, adonde había concurrido a una cita “cantada”. Al verse emboscado, Walsh respondió con una pistola calibre 22, y su cuerpo fue retirado aún con vida para ser llevado a la ESMA, donde varios testigos aseguran haber visto su cadáver y pertenencias.
La hija de un escritor argentino desaparecido reclama conocer el destino del cadáver de su padre
Patricia Walsh pidió en otro tramo de su extensa declaración que se preserve el campo de deportes de la ESMA, situada en el norte de la capital argentina, donde se presume que fue "quemado" el cuerpo de su padre, Rodolfo Walsh. EFE/Archivo
"Yo le pido a (Jorge el 'Tigre') Acosta que me diga qué hizo con su cuerpo, qué hizo con los restos mortales de Rodolfo Walsh", dijo la ex diputada Patricia Walsh en alusión al ex marino considerado "el dueño de la vida y de la muerte" en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la principal cárcel clandestina de la dictadura.
La ex legisladora pidió también la devolución del original del último cuento escrito por su padre, "Juan que iba por el río", robado por los militares que allanaron la residencia donde vivía luego de enfrentarse a tiros con Walsh.
Jorge Acosta es uno de los 19 acusados en este juicio que, entre otras causas, ventila las desapariciones de Walsh y de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
Otro de los acusados es el ex marino Alfredo Astiz, quien hoy escuchó la declaración de la ex diputada en una sala contigua al recinto donde se llevó a cabo la audiencia.
Patricia Walsh pidió en otro tramo de su extensa declaración que se preserve el campo de deportes de la ESMA, situada en el norte de la capital argentina, donde se presume que fue "quemado" el cuerpo de su padre.
Al declarar por escrito en este proceso, a finales de febrero pasado, el "Tigre" Acosta aseguró que el autor de "Operación Masacre", miembro de la organización guerrillera Montoneros, se suicidó en 1977.
El ex marino dijo que no tiene dudas de que Walsh "no estaba dispuesto a permitir su detención con vida" cuando fue atacado en marzo de 1977 por agentes de la dictadura, en momentos en que había comenzado a distribuir una "carta abierta" al entonces presidente de facto, Jorge Videla, con motivo del primer aniversario del golpe de Estado de 1976.
La historia oficial indica que Walsh se enfrentó a tiros con agentes de la dictadura en el barrio de San Nicolás, en el centro de la ciudad de Buenos Aires, y fue herido de muerte.
Sobrevivientes de la ESMA han declarado que el escritor fue asesinado ese día y su cuerpo fue exhibido posteriormente a quienes estaban en cautiverio en dicho centro clandestino de detención
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