Entrevistamos Myriam Bregman, miembro del CeProDH y Justicia Ya y militante del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas), quien junto a Luis Bonomi es abogada de la querella por el asesinato de Rodolfo Walsh.
¿Qué significa para vos este veredicto?
Este juicio llega después de muchos años de lucha, sufrió todos los avatares de lo que fueron las leyes de impunidad. Muchos de los hechos que aquí se juzgan son hechos que incluso fueron juzgados y analizados en el Juicio a la Juntas y después de 20 años se vuelven a reiterar. Es una causa que se había iniciado en 2007 contra el prefecto Febrés y antes de que termine éste fue envenenado con cianuro en su lugar de detención, así que llegar a esta instancia y conseguir cadenas perpetuas para estos represores, muchos de ellos simbólicos como Astiz, el Tigre Acosta, Pernías es para nosotros muy importante. Por supuesto que las absoluciones nos dejan un sabor amargo, tres en el caso específico de Rodolfo Walsh y hace que veamos que es importante que redoblemos la pelea por demostrar que en la dictadura participaron todos. Como los mismos represores lo dijeron aquí, fue una participación institucional. Las absoluciones las apelaremos, lo mismo condenas a 18 años como la de Azic, quien torturó al bebe de meses de Carlos Lorskipanidse.
Luego del veredicto, el tribunal de un modo nombra y reconoce la figura de genocidio gravitando en el este juicio, ¿cómo lo tomaron ustedes?
Todavía tenemos que esperar a lo que resuelva el tribunal pero por el adelanto de hoy ya podemos decir que el tribunal hace un reconocimiento de que los delitos cometidos en la Argentina fueron parte de un genocidio y que este genocidio se cometió por motivos políticos. Esto es muy importante porque es parte de lo que nosotros venimos sosteniendo desde hace muchos años, con algunos logros parciales como los que hemos obtenido en los fallos de La Plata como otros a partir de aquel primer planteo casi en solitario que hicimos en el juicio contra Etchecolatz. Y ahora que este tribunal hable de genocidio, más allá de que no haya encuadrado cada hecho en particular, demuestra que hemos instalado un debate, que para nosotros no es un debate sólo jurídico porque lo que queremos discutir es cuál fue el proceso político que se dio en la Argentina entre el ´76 y el ´83.
Decías antes que hubo también absoluciones
Las absoluciones eran esperables e increíbles. Absolver a Rolón, miembro clave de la patota de la ESMA, que todo el tiempo reivindicó lo actuado, y que incluso en mi caso particular me “aconsejó” que abandone mi discurso trotskista, que le hace rememorar a 1917, y que encima dijo que con eso se conseguían pocos votos! También Astiz me aconsejó que no siga defendiendo el derecho al aborto, insólito!
Es decir, gente que reivindica absolutamente lo que hizo, que tiene conocimiento profundo de los hechos, que calla, que no dice el destino de los desaparecidos y que hoy resulta absuelta. La verdad que cada vez que el tribunal nombró la palabra absuelto era como que un silencio recorría la sala, porque nadie podía creer que se trate de Rolón, de García Velazco, de Coronel, ¡los tres asesinos de Rodolfo Walsh absueltos! Coronel (que fue condenado por el resto de los casos) que es un caso extremo, era miembro del Ejército y se fue a prestar para actuar como patota en la ESMA y para que no se lo incrimine en el caso Walsh dice que estaba “persiguiendo subversivos en la fábrica Fate de San Fernando”. Tiene una naturalidad en reconocer cómo actuaban en la dictadura y a quiénes perseguían, que aunque en este caso sea mentira (ya que efectivamente participó del asesinato de Walsh) es asombroso el argumento que utiliza. El caso de García Velazco tiene una connotación especial para Patricia Walsh, para los familiares y amigos porque es nada más ni nada menos que el que comandó el operativo de persecución y secuestro de Walsh.
Resulta llamativo que del centro clandestino más grande del país, donde pasaron 5.000 detenidos desaparecidos, sean nada más que 18 los militares acusados
Es que este juicio tuvo la particularidad de ser por 18 represores, fue sufriendo cada vez más fragmentaciones y no se juzga a todos los genocidas que pasaron por la ESMA, como en la mayoría de estos juicios que se dan de forma absolutamente fragmentada. En este momento no son mucho más de 60 los que están procesados en total por la causa ESMA; uno habla de “Mega causa” pero eso no quiere decir “mega imputados”, porque son bastante pocos, porque muchos de esos imputados están en libertad, incluso los que hoy recibieron condena, muchos de ellos hoy se fueron a su casa. Esto es notorio. Y también, como demostramos en nuestro alegato, la Armada participó en forma institucional, y de todos ellos, la mayor parte está impune, imagínense que sólo 60 están procesados. Y muchos, 4.000 todavía hoy, a punto de empezar el tercer gobierno kirchnerista, están en funciones. Así que tenemos que seguir movilizados para que no sean sólo 18 los juzgados, sino que se juzgue al conjunto de la institución la que participó en la dictadura para lograr la total y definitiva condena a todos por lo que son, genocidas.
¿Qué significa para vos este veredicto?
Este juicio llega después de muchos años de lucha, sufrió todos los avatares de lo que fueron las leyes de impunidad. Muchos de los hechos que aquí se juzgan son hechos que incluso fueron juzgados y analizados en el Juicio a la Juntas y después de 20 años se vuelven a reiterar. Es una causa que se había iniciado en 2007 contra el prefecto Febrés y antes de que termine éste fue envenenado con cianuro en su lugar de detención, así que llegar a esta instancia y conseguir cadenas perpetuas para estos represores, muchos de ellos simbólicos como Astiz, el Tigre Acosta, Pernías es para nosotros muy importante. Por supuesto que las absoluciones nos dejan un sabor amargo, tres en el caso específico de Rodolfo Walsh y hace que veamos que es importante que redoblemos la pelea por demostrar que en la dictadura participaron todos. Como los mismos represores lo dijeron aquí, fue una participación institucional. Las absoluciones las apelaremos, lo mismo condenas a 18 años como la de Azic, quien torturó al bebe de meses de Carlos Lorskipanidse.
Luego del veredicto, el tribunal de un modo nombra y reconoce la figura de genocidio gravitando en el este juicio, ¿cómo lo tomaron ustedes?
Todavía tenemos que esperar a lo que resuelva el tribunal pero por el adelanto de hoy ya podemos decir que el tribunal hace un reconocimiento de que los delitos cometidos en la Argentina fueron parte de un genocidio y que este genocidio se cometió por motivos políticos. Esto es muy importante porque es parte de lo que nosotros venimos sosteniendo desde hace muchos años, con algunos logros parciales como los que hemos obtenido en los fallos de La Plata como otros a partir de aquel primer planteo casi en solitario que hicimos en el juicio contra Etchecolatz. Y ahora que este tribunal hable de genocidio, más allá de que no haya encuadrado cada hecho en particular, demuestra que hemos instalado un debate, que para nosotros no es un debate sólo jurídico porque lo que queremos discutir es cuál fue el proceso político que se dio en la Argentina entre el ´76 y el ´83.
Decías antes que hubo también absoluciones
Las absoluciones eran esperables e increíbles. Absolver a Rolón, miembro clave de la patota de la ESMA, que todo el tiempo reivindicó lo actuado, y que incluso en mi caso particular me “aconsejó” que abandone mi discurso trotskista, que le hace rememorar a 1917, y que encima dijo que con eso se conseguían pocos votos! También Astiz me aconsejó que no siga defendiendo el derecho al aborto, insólito!
Es decir, gente que reivindica absolutamente lo que hizo, que tiene conocimiento profundo de los hechos, que calla, que no dice el destino de los desaparecidos y que hoy resulta absuelta. La verdad que cada vez que el tribunal nombró la palabra absuelto era como que un silencio recorría la sala, porque nadie podía creer que se trate de Rolón, de García Velazco, de Coronel, ¡los tres asesinos de Rodolfo Walsh absueltos! Coronel (que fue condenado por el resto de los casos) que es un caso extremo, era miembro del Ejército y se fue a prestar para actuar como patota en la ESMA y para que no se lo incrimine en el caso Walsh dice que estaba “persiguiendo subversivos en la fábrica Fate de San Fernando”. Tiene una naturalidad en reconocer cómo actuaban en la dictadura y a quiénes perseguían, que aunque en este caso sea mentira (ya que efectivamente participó del asesinato de Walsh) es asombroso el argumento que utiliza. El caso de García Velazco tiene una connotación especial para Patricia Walsh, para los familiares y amigos porque es nada más ni nada menos que el que comandó el operativo de persecución y secuestro de Walsh.
Resulta llamativo que del centro clandestino más grande del país, donde pasaron 5.000 detenidos desaparecidos, sean nada más que 18 los militares acusados
Es que este juicio tuvo la particularidad de ser por 18 represores, fue sufriendo cada vez más fragmentaciones y no se juzga a todos los genocidas que pasaron por la ESMA, como en la mayoría de estos juicios que se dan de forma absolutamente fragmentada. En este momento no son mucho más de 60 los que están procesados en total por la causa ESMA; uno habla de “Mega causa” pero eso no quiere decir “mega imputados”, porque son bastante pocos, porque muchos de esos imputados están en libertad, incluso los que hoy recibieron condena, muchos de ellos hoy se fueron a su casa. Esto es notorio. Y también, como demostramos en nuestro alegato, la Armada participó en forma institucional, y de todos ellos, la mayor parte está impune, imagínense que sólo 60 están procesados. Y muchos, 4.000 todavía hoy, a punto de empezar el tercer gobierno kirchnerista, están en funciones. Así que tenemos que seguir movilizados para que no sean sólo 18 los juzgados, sino que se juzgue al conjunto de la institución la que participó en la dictadura para lograr la total y definitiva condena a todos por lo que son, genocidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario