“destrozaron a una familia entera”
Mabel Mirna Fernández fue la niñera de José Hazan. Declaró ante el tribunal sobre el secuestro de José y su esposa, Josefina Villaflor, así como los otros integrantes de la familia Villaflor. José y Joséfina habían tenido a Celeste Hazan quién fue llevada con ellos a la ESMA y liberada a los dos días. Muy emocionada, la testigo evocó las llamadas telefónicas de José y sus visitas. José vino acompañado de “Serpico”, una “persona joven, que no hablaba mucho y que era muy fría”. La testigo reconoció a “Serpico” en las fotos de Cavallo cuando fue extraditado desde Méjico.
Cuando José vino a visitarlos, Mabel pudo estar a sola con él un momento. Ahí él le dijo “que le cuidara mucho a la nena”. “Le pregunte como estaba, me dijo estaba bien. Pero no me voy a olvidar nunca la tristeza de sus ojos. Me dijo que no lo esperábamos, podían pasar meses, años”.
Al concluir su declaración Mabel declaró “todo lo que dije es cierto, es lo que vi, lo que pasó. A raíz de todas estas historias, el papa de José se murió. El hermano de José se enfermó de un brote psicótico. La mama de José tuvo que luchar con un hijo enfermo y el marido que se murió. Destrozaron una familia entera. Y a mi también. Porque yo tengo problemas de salud a raíz de esto.”
A continuación declaró Tito Alberto La Penna, reportero gráfico quién presenció la entrevista de Thelma Jara de Cabezas para la Revista “Para Ti” en 1979. Reconoció las fotos que saco y que fueron publicados en la revista al ser exhibido ante la audiencia el artículo. El testigo se había quedado muy impresionante porque era la primera vez que conocía a una mujer que busca a su hijo. El artículo sobre Thelma se intituló “habla la madre de un montoneros muerto”.
Por último, declaró Alfredo Ayala sobre su secuestro y cautiverio en la ESMA. El testigo relata su secuestro como un operativo de gran magnitud, con helicópteros y una gran cantidad de personas. También es secuestrada su compañera, quién no tenía nada que ver con la militancia de Alfredo. Es secuestrada y llevada a la ESMA donde permanecerá durante un mes.
Alfredo era obligado a realizar trabajos de construcción y de carpintería adentro de la ESMA y al exterior. Así fue llevado a la Isla del Silencio en el Tigre para la reparación de dos casas, donde fueron llevados los detenidos al momento de la visita de la Comisión interamericana a la Argentina. El testigo también contó como montaron una empresa de construcción destinada a reparar las casas robadas por el grupo de tarea de la ESMA al momento de secuestrar a las víctimas. El testigo también fue obligado a trabajar sobre la reparación y la construcción de sótano de la ESMA y de la parte llamada “El dorado” y “los Jorges”.
En su declaración Alfredo se refirió a varios compañeros de cautiverio. También evocó las salidas obligatorias a las que eran llevados algunos detenidos, las visitas a la familia.
Mabel Mirna Fernández fue la niñera de José Hazan. Declaró ante el tribunal sobre el secuestro de José y su esposa, Josefina Villaflor, así como los otros integrantes de la familia Villaflor. José y Joséfina habían tenido a Celeste Hazan quién fue llevada con ellos a la ESMA y liberada a los dos días. Muy emocionada, la testigo evocó las llamadas telefónicas de José y sus visitas. José vino acompañado de “Serpico”, una “persona joven, que no hablaba mucho y que era muy fría”. La testigo reconoció a “Serpico” en las fotos de Cavallo cuando fue extraditado desde Méjico.
Cuando José vino a visitarlos, Mabel pudo estar a sola con él un momento. Ahí él le dijo “que le cuidara mucho a la nena”. “Le pregunte como estaba, me dijo estaba bien. Pero no me voy a olvidar nunca la tristeza de sus ojos. Me dijo que no lo esperábamos, podían pasar meses, años”.
Al concluir su declaración Mabel declaró “todo lo que dije es cierto, es lo que vi, lo que pasó. A raíz de todas estas historias, el papa de José se murió. El hermano de José se enfermó de un brote psicótico. La mama de José tuvo que luchar con un hijo enfermo y el marido que se murió. Destrozaron una familia entera. Y a mi también. Porque yo tengo problemas de salud a raíz de esto.”
A continuación declaró Tito Alberto La Penna, reportero gráfico quién presenció la entrevista de Thelma Jara de Cabezas para la Revista “Para Ti” en 1979. Reconoció las fotos que saco y que fueron publicados en la revista al ser exhibido ante la audiencia el artículo. El testigo se había quedado muy impresionante porque era la primera vez que conocía a una mujer que busca a su hijo. El artículo sobre Thelma se intituló “habla la madre de un montoneros muerto”.
Por último, declaró Alfredo Ayala sobre su secuestro y cautiverio en la ESMA. El testigo relata su secuestro como un operativo de gran magnitud, con helicópteros y una gran cantidad de personas. También es secuestrada su compañera, quién no tenía nada que ver con la militancia de Alfredo. Es secuestrada y llevada a la ESMA donde permanecerá durante un mes.
Alfredo era obligado a realizar trabajos de construcción y de carpintería adentro de la ESMA y al exterior. Así fue llevado a la Isla del Silencio en el Tigre para la reparación de dos casas, donde fueron llevados los detenidos al momento de la visita de la Comisión interamericana a la Argentina. El testigo también contó como montaron una empresa de construcción destinada a reparar las casas robadas por el grupo de tarea de la ESMA al momento de secuestrar a las víctimas. El testigo también fue obligado a trabajar sobre la reparación y la construcción de sótano de la ESMA y de la parte llamada “El dorado” y “los Jorges”.
En su declaración Alfredo se refirió a varios compañeros de cautiverio. También evocó las salidas obligatorias a las que eran llevados algunos detenidos, las visitas a la familia.
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